En las últimas dos décadas el emprendimiento ha irrumpido en el mercado chileno, incorporando creatividad e innovación en el desarrollo de soluciones efectivas y eficientes para atender las necesidades que se presentan en el país. En forma especial, en el último año la crisis sanitaria provocada por el Covid 19 ha afectado financieramente a la industria, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, promoviendo la reinvención y el surgimiento de emprendedores e innovadores locales.
Para impulsar la concreción de los emprendimientos, las incubadoras son una excelente alternativa al proporcionar la ayuda necesaria para desarrollar una idea de negocio, partiendo por evaluar la viabilidad técnica y financiera del proyecto, apoyo en la gestión de un plan de negocios, marketing y ventas, con el objetivo de que sus productos logren entrar con éxito en el mercado.
Para resolver los problemas que enfrentan emprendedores, start-ups, micro, pequeñas y medianas empresas, las incubadoras de negocios se enfocan en resolver problemas a través de asesorías que apoyan el desarrollo profesional de los líderes de negocios emergentes, entregando soluciones que ayuden a generar una mejor experiencia a nivel de usuarios y organización.

A nivel general, la asistencia que entregan las incubadoras de negocios se distribuye en tres fases. Primero se encuentra la preincubación, en donde se proporciona al emprendedor una orientación para el desarrollo de su proyecto. En segundo lugar está la incubación, en la cual se revisa y se da seguimiento a la implantación, operación y desarrollo de la empresa, para luego finalizar con la postincubación, que se aplica después de haber puesto en marcha de la empresa, con el fin de mantenerla en una mejora continua.
Una de las incubadoras de negocios con más trayectoria en Chile es Santiago Innova (ISI), la que desde hace 23 años se ha dedicado a apoyar emprendimientos innovadores, entregando asesoría personalizada, apoyo para la postulación de fondos y guía para abrir oportunidades en nuevos mercados, obteniendo como resultado el crecimiento de las ventas y proyección del emprendimiento en el tiempo.
Entre las herramientas de apoyo que entrega una incubadora de negocios como ISI, destacan las asesorías enfocadas al crecimiento de los emprendimientos, entregando conocimientos técnicos, financieros, legales, administrativos o publicitarios, con el objetivo de generar una capacitación constante y plan de negocio que fortalezca la ejecución del emprendimiento, evaluando desde el inicio la viabilidad técnica y financiera del negocio.
Es importante destacar que cada emprendimiento que recibe la asesoría de ISI, pasa por cinco etapas, necesarias para el desarrollo profesional del negocio, las cuales son:
NEURO EMPRENDEDOR: Se hace una introducción al programa y un análisis del emprendimiento. Se trabaja con la problemática a la cual apunta resolver el producto o servicio y se termina con la definición de la idea de negocio.
NEURO INNOVACIÓN: Se analiza la viabilidad del proyecto, utilizando herramientas como “Design Thinking”, para llegar al desarrollo de un MVP (Producto Mínimo Viable).
NEURO NEGOCIO: En esta etapa se profundiza el diseño del modelo de negocio, pivotando la idea original, para llegar a la validación de la innovación propuesta. A partir de ello, se realiza una primera versión del pitch de ventas.
NEURO MARKET: Esta fase tiene el objetivo de que el emprendedor salga al mercado a conseguir sus primeros clientes, desarrollando su estrategia comercial y de búsqueda de financiamiento.
NEURO ALUMNI: En esta última etapa los incubados se vuelven parte de la comunidad ISI, donde se espera que generen su primera venta y logren levantar capital.
METODOLOGÍA DE NEUROINCUBACIÓN
Incorporando emociones en el proceso de compra y venta
Santiago Innova aplica la metodología de Neuroincubación en el proceso de capacitación de los emprendedores, con el objetivo de fortalecer el desarrollo empresarial desde la perspectiva de la neuroventa: tendencia que busca entender cómo influyen las emociones en la toma de decisiones y proceso de compra. Cuando el concepto de neuroventa está integrado en el modelo de negocio de un emprendimiento, es posible identificar y comprender mejor la actitud de los clientes frente a un producto o servicio.
“El proceso de ISI Neuroincubación es un método exclusivo creado por la Incubadora Santiago Innova (ISI) basada en la neurociencia, cuyo proceso incluye apoyo a los emprendedores a través de herramientas ya conocidas por la incubación, agregando metodologías de neuroventa, neuromarketing, neuroinnovación y neuroeconomía para que cada emprendedor pueda entrar en forma segura en el mercado con estas nuevas habilidades”, indica María Sepúlveda, Directora Ejecutiva de Santiago Innova.
Para lograr resultados reales, el proceso de Neuroincubación tiene una duración de entre 9 a 14 meses, dependiendo de la etapa en que se encuentra el proyecto, tiempo en que los emprendedores aprenden habilidades y herramientas de neurociencia, las cuales aportarán en el proceso de validación del proyecto al salir al mercado, optimizando sus ventas e impulsando al emprendedor a la ejecución de un negocio exitoso. “En ISI acompañamos a los emprendedores a través de las cinco grandes etapas de la incubación de negocios, las cuales a la vez están cruzadas con la incorporación de la neurociencia en su amplio espectro y en sus aspectos más básicos la neuroinnovación, neuromarketing, neuroventa y neuroeconomía, para que, al salir al mercado con estas habilidades e innovación propuesta, el emprendimiento se afiance en el tiempo”, señala la Directora.
Santiago Innova realiza 4 convocatorias al año del programa “ISI Neuroincubación” para los emprendedores, las cuales son presentadas los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre.
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